Que fácil es decirle a una persona ¡te equivocas!, ¡vas por mal camino!, ¡estás perdid@!Qué fácil es caminar con los ojos cerrados y creer que lo vemos todo, que vamos por buen camino, que lo correcto es lo que hacemos, decimos o pensamos. Qué difícil es callarnos, respetar las decisiones de los demás, abrir nuestro corazón y hacer lo que debemos hacer, pero que no hacemos por los miedos, miedos y miedos.

¿Qué son los miedos? Si alguien los encuentra por la calle, en su hogar, durmiendo, viendo la tele, etc, que escriba diciendo cómo son, porque no existen. La sociedad ha creado eso que no se ve, pero que te paraliza  y no deja que des una paso de coherencia. Coherencia de nuestro corazón y que no queremos escuchar, ¡ no, no, no es posible, sería ir en contra de tod@s! Y nuestra alma intenta comunicarse con nosotr@s, señales, sueños, intuiciones, personas que se nos cruzan, de todas las formas posibles, pero no hacemos caso, incluso cuando la única solución es la enfermedad, para ello tenemos respuesta: «la vida es así, a tod@s nos toca» o «esta vida es una mierda». Lo más triste es que incluso llegando a este punto de expresión del alma, de nuestro «yo», creemos tener la razón, la verdad, egoismo y ceguera. Que triste ¿no?

Tod@s estamos dormidos, tod@s. ¿Damos un paso para conocer la otra versión de la vida? ¿Damos un paso para ver las diferentes opciones que nos ofrece nuestra coherencia? ¿Tenemos algo que perder? ¿Tenemos algo en esta vida más importante que la propia vida? ¿No estáis cansad@s de luchar por aquella persona, familiar, amig@ , compañer@, forma de pensar, ideales, etc..?.

Permitiros dar un paso y comienzad a respirar.

Nadie tiene la razón, nadie posee la verdad. Sólo tu conoces tu verdad y con ella tienes que avanzar… por algo te bajaron desde la creación, para que aprendas por tus propios pasos y no por los demás. Y no digáis ahora que fácil es decirlo: «si tu estuvieras en mi situación, si tu tuvieras esta enfermedad o si tu tuvieras…», ¡SIEMPRE LO MISMO!