Siéntate en una silla o en el suelo con la espalda bien recta. Comienza a realizar respiraciones concientes y cierra los ojos.

Visualiza como estás dentro de una gota de agua meditando. Respira tranquilamente y no hagas nada en concreto, compagina la respiración con la visualización dentro de la gota de agua. Hazlo durante 10 minutos aproximadamente conectando con la conciencia de esa gota de agua.

Pasado ese tiempo realiza tres profundas respiraciones concientes e inmediatamente canta o mantraliza 3 largos OM.

Visualiza como las paredes de la gota y tú vibráis de tal forma que no existe una forma concreta. Todo se convertirá en un NO-SENTIDO, pero será la realidad.

Experimenta este aprendizaje y agradece lo sucedido a Dios durante ese instante. Cuando sientas que ya has comprendido la conexión y el mensaje, haz 3 respiraciones concientes y da las gracias por esta oportunidad para evolucionar.