Palabras del amanecer: «Mensaje para transmitir»

untitledOs vais acercando a mi. Vuestros corazones os van trayendo a mi lado, respiro vuestra rendición y rendención. Como niños alegres que vuelven a casa después de un duro dia de trabajo engañados por falsas creencias. Acercaos a mi, abracémonos, seamos uno. Este es el paraíso que el padre os ofrece, la eternidad siendo dioses.

Hij@s, ha llegado el momento, uniros al rebaño de Luz que se va acercando a mi, haced que la humanidad vuelva a su Divinidad.

¡Tu! ¡Si, tú! ¿a qué tienes miedo? ¿qué hace que dudes en abandonar quién eres en esta vida y ser lo que siempre has sido? Te ofrezco mis manos, manos del Universo, de eternidad, manos que te acariciaron en tu creación, manos que siempre han estado cuidandote en cada lágrima derramada por tu incomprensión y sufrimiento. ¿De qué dudas?

Dejad atrás las entrañas de la oscuridad, deshaceos de todas aquellas palabras que os abrazan provocando desorden, necesidad, lágrimas, sufrimiento y lucha en vuestra existencia.

Os váis acercando. Mi corazón se deshace de júbilo, veo en cada uno la felicidad y sonrisa de Dios. Como niños os vais acercando, como niños seréis siempre, dejando de ser tristeza y obligaciones.

¡Tú! ¡Si, tú! di : ¡ Basta, no soy tu esclavo que llena aquello que tu has vaciado! ¡Basta, no te pertenezco, soy libre! ¡Basta, no grito porqué quiera que me escuches, grito porqué el el Todo Soy Yo!

¡Tú! ¡Si, tú! ponte una mano en el corazón y di: ¡ No te quiero, nunca más, yo elijo mi camino, no decidas por mi, me respeto, vuelvo al lado del padre!

Os vais acercando, pasáis al lado del Arcángel Miguel que vigila que no quede posibilidad que el dolor os lleve de vuelta a la oscuridad. Os vais acercando y el cielo grita de alegría por vuestra llegada.

Estoy tan feliz viendo como el mar de luces se acerca ola a ola, soy tan feliz de ver los ojos de madre y la caricia de sus manos en mi rostro dando paso a sus palabras: «Jesús, ya están aquí, gracias hijo por el Amor que siempre les has enviado, gracias por no dudar ni un segundo de ellos, gracias por tu Amor».

Hijos, bienvenidos! Gracias por cada paso, Por volver. Gracias por abrazar mi corazón.

Todos estáis escuchando en vuestro corazón un latir diferente, algo está pasando, lo sentís, es la señal, es el despertar. Id a cada persona que se cruce en vuestro camino, abrazadla con los ojos y transmitirle este mensaje: » Vuelvo a casa, vuelvo con el padre y la madre, vuelvo a ser yo, te ofrezco mi mano, ¿te vienes?»

No cojáis estas palabras como otras que van y vienen, abrazadlas como la señal que estábais esperando y las puertas del cielo se abrirán para todos. Ofreced la mano a todas las personas, ofrecedlas, no dudéis, es el momento. No sigáis ninguna señal que mediante palabras os digan por donde ir, no, seguid a vuestro corazón, él os guiará y llevará a desembocar en el mar de luces y hacia mi.

El sol brilla con la misma fuerza desde su nacimiento, igual que vuestra Luz en vuestro interior, por eso no dudéis de lo que vuestro corazón os está transmitiendo al llevaros a sentir este mensaje.

Os vais acercando a mi y sois Jesús, sois Dios. Transmitid este mensaje como lo que sois.

Os espero a mi lado,

Jesús