Mujeres y hombres, levantaos de rodillas de la Tierra que cultiváis. Dejad de hacer esos duros esfuerzos trabajando para conseguir un porvenir sin sentido. Levantaos y dejad descansar esas cansadas manos y espaldas. Seguid esa Luz que ha despistado a vuestra mente y despertado vuestra verdad. Venid aquí, donde veréis la verdad dónde estábais, no lo que creíais que veíais.
Venid conmigo, donde dejaréis de ser hombre y mujer para ser Dios-a. Os espera el paraíso, donde siempre habéis estado pero ciegamente olvidasteis.
Seres creadores recordaréis Ser. Cada un@ de vosotr@s sentiréis vuestra divinidad dentro vuestra, os sentiréis niños, os sentiréis el agua y todo lo que os rodeará.
Dejad de engañaros y de sonreír falsamente ocultando vuestro sufrimiento e incomprensión en esta vida. Volved a despertar dentro de mi, recordad que estáis dentro de mi vientre y que hij@s míos sois.
Os quiero,
María Magdalena